domingo, 4 de febrero de 2007

FILOSOFÍA FÁCIL Y ENTRETENIDA: GOOD BYE, PLATÓN



Esta es mi penúltima lectura. Un librito simpático y recomendable para todos los que alguna vez hemos sentido el tilín de la Filosofía. No es un libro profundo ni creo que vaya a marcarme de por vida. Pero es sin duda una lectura divertida y un ejercicio que demuestra las posibilidades de la ciencia del pensamiento para bajar entre nosotros los mortales y darnos un rato de entrenimiento filosófico prescindiendo de la deposición ontonoética moral esceptico-líneal y criptica de otras cosas. VIVA LA FILOSOFÍA FÁCIL!!

"Estoy convencido, como Diógenes Laercio, de que se puede ser profundo sin dejar por ello de ser liviano, sino divertido. Nadie me es mas ajeno que aquellos que quieren convertir el cultivo del pensamiento en una práctica esteril que sólo se alimenta de sus propios miasmas. Una de las principales características de la comunidad académica... es su perseverancia en el error primordial que supone la práctica de concebir trabajos que nadie quiere redactar lo cual justifica, con creces, el hábito de la mayoría de los lectores de rehuirlos inmoderadamente: libros que, nadie quiere escribir, que resultan impermeables a la lectura, esta es la utopía académica. No Gracias.

En este ámbito, el placer, aunque sólo sea del texto, es siempre negado, reducido, excluido, en provecho de valores fuertes, nobles, rancios: la verdad, la muerte, el progreso, el bien, la justicia... Se diría que la academia rechaza el placer porque no tiene suficiente entidad epistemológica, sugiere Barthes. El placer es sospechoso porque pretendidamente indica indulgencia, narcisismo, sentimentalismo. Todo residuo de hedonismo es culpable, cuando menos, de falta de combatibidad. El viejo mito reaccionario del corazón contra la cabeza, los sentidos contra la razón, el deseo contra el deber ahoga cualquier posibilidad de deletite en la lectura...

Porque la expresión del pensamiento está destinada a quien quiera oírla: al empresario o la prostituta, al proletario y el propietario, el ama de casa y erudito. Todos caben en la casa común de la filosofía. La exclusividad esotérica de comporta el lenguaje técnico está reñida con la moderación, la vida y hasta, me atrevería sugerir, con la inteligencia".
MUÑOZ REDÓN, J., Good Bye, Platón. Filosofía a martillazos. Ed. Ariel, Barcelona, 2007, pp. 12-13.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto me recuerda a nuestro proyecto común, que surgió por aquella senda verde y cantábrica...
Besos