De momento llevo casi una semana en esta linda casa de huéspedes atendida por un matrimonio de educados y elegantes sudafricanos.
Pero el viernes me tengo que marchar, así que para entonces espero tener ya piso. Cruzo los dedos.
El otro día, todo desesperado, hablé con mis compañeros de clase para ver si ellos tenían alguna información o me podían echar una mano. Suleiman, de Arabia Saudí me dió el teléfono de un contacto suyo que quizá me podría conseguir algo. Llamé y nada, solo quedaban de esas cosas extremadamente caras. Gish Ikokou es otro compañero, de Gabón, y este me dijo que él quizá podría preguntar por su barrio porque conocía a alguien que tenía algo libre. Nos dimos los teléfonos y hemos hablado esta mañana. De momento nada, pero está noche me volverá a llamar. Es increíble, pero a pesar de mi falta de conocimientos sigo entendiendo y comunicándome hasta por teléfono!!
El caso es que afortunadamente conocí al único otro español que hay aquí. Se llama J. y habla bien inglés. Gracias a su ayuda estoy contactando con otros sitios y con todos los anuncios del periódico (que está escrito en afrikáans). A través suya y de sus contactos de la Uni es posible que finalmente consiga algún alojamiento, estable o temporal. Y es que, por lo visto, aquí es mucho mas fácil, dentro de la dificultad, encontrar algo a finales de mes o a principios. Pero a mitad, que es cuando estoy buscando yo, no hay quien encuentre nada. Puedo que una buena idea sea quedarme donde encuentre de momento para buscar como un fiera a finales de mes algo decente. Pero la verdad es que esto de no tener casa es un fastidio que me impide centrarme y que me crea un ansiedad importante
El caso es que J. y yo tenemos un as en la manga. El otro día, dando un paseo, pasamos por un lugar cerca del campus, con muy buena pinta. Yo había llamado por teléfono antes, pero fui incapaz de entender todo lo que me decían. Pues bien, el sitio es una super-mega-ultra-pija-residencia-apartahotel en el que aún queda libre una habitación a un precio desorbitado. Pero eso si, el lujo brota por doquier y eso se paga. Quizá mañana jueves J. me pueda facilitar otras direcciones o posibilidades de alojamiento. Y en caso de no encontrar nada, finalmente me veré avocado a vivir rodeado de lujo y ostentación. Pero en fin, si no hay mas remedio... tendré que vivir la vida a tope.
Gran parte de mi destino “habitacional”en Stellenbosch depende de J. Gracias a su intervención y su intermediación todo esta siendo mas fácil y creo que muy pronto podré postear anunciando que por fin encontré casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario