De pronto estoy despierto y es dia.
Despues de dos meses el sol muerde el horizonte de mis mañanas.
La ciudad se sube lenta por la orilla del Duero
y el sol trepa por sus muros
y alcanza las ventanas de los dormitorios
vacíos
de hombres y mujeres,
los edredones con los sueños aun calientes,
las puertas de las panaderías,
el terco frio de la noche.
1 comentario:
En qué poco tiempo has hecho un blog tan bueno, Isma. Seguiré pendiente de él, como tanta gente, en los meses de Sudáfrica, contenta de saber que en Salamanca han juzgado sobresaliente la combinación de "natura" y esfuerzo que mostraste en tu trabajo; y también la maravillosa noticia de que el Duero pasa por Rusia y que, si no me equivoco, no muy lejos de allí has encontrado la puerta del amanecer.
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