MY FIRST MONTH IN SOUTH AFRICA

Pues como que no quiere la cosa, ya llevo un mes aquí. Atrás quedó la ausencia de maletas en el aeropuerto de Cape Town, las llamadas a la oficina internacional de la universidad para que por favor vinieran a buscarme, el no encontrar casa, el encontrarla (pero a que costo!), el no empanarse de nada (poco a poco me voy a empanando, eh?). Atrás quedaron también las primeras impresiones, las que primero se pierden. Ahora ya estoy adaptado el entorno, a los precios, a los horarios, a las comidas y la detestable falta de transporte público.

Ayer tuve una cena con quienes me ayudaron a encontrar casa después de una infructu, J. y su jefe de la uni. Sin ellos ahora estaría quizá viviendo en el río o algo. De paso, el condumio sirvió para celebrar mi primer mes aquí. El menú, muy sudafricano: unas brochetas de Kuhru (un tipo de antílope), un carpaccio de cocodrilo, todo ello regado con un excelente y exclusivo vino local llamado pinotage. Luego cockteles, unos tragos de un licor típico de aquí (pa mi que era bayllies) y palique hasta las tantas con el dueño del restaurancito, que aseguraba que la gente mas "friendly" que había encontrado en el mundo eran los madrileños y los holandeses borrachos. ¡Y todo debajo de mi piso! Además me puse las botas a hablar inglés y sobre todo a escuchar. Y para mi alegría ¡¡pillé en torno al 75% de la conversación!!

Pues nada, un mes mas que hemos ganado.